Sistema de software : principales diferencias

El avance tecnológico en los últimos 15 o 20 años ha sido vertiginoso, pero aún encontramos vestigios del pasado en algun sistema de software, incluyendo aquellos utilizados en la gestión veterinaria. Este sistema de software requiere que los datos sean ingresados manualmente, lo que implicaba una serie de desafíos y limitaciones.

Una de las principales problemáticas de esta concepción obsoleta es la propensión a cometer errores tipográficos al ingresar la información. La necesidad de escribir cada detalle puede ralentizar el trabajo y dar lugar a variaciones en la nomenclatura utilizada para los servicios, productos o artículos a facturar. Esto puede generar confusión y dificultades para gestionar los datos de manera eficiente.

Además, este sistema de software se limita a actuar como meros contenedores de información, sin ofrecer la capacidad de procesar los datos de forma inteligente. Un software moderno no solo almacena datos, sino que también debe permitir dar respuesta a preguntas como por ejemplo, ¿cuál es el servicio que más facturó? ¿Cuáles son los servicios que hemos disminuido a la hora de facturar? ¿Qué raza es la más común entre mis pacientes?,etc.

La falta de un protocolo de trabajo definido es otra de las desventajas de este sistemas desactualizado. Sin una guía clara sobre cómo llevar a cabo las tareas, los empleados pueden actuar de manera inconsistente, lo que afecta la precisión y calidad del trabajo. La estandarización de procedimientos es esencial para lograr la excelencia y minimizar errores.

El problema que enfrentan los usuarios, que usan un software obsoleto, a la hora de cambiar a un software más moderno, radica en la pérdida de tiempo que conlleva la configuración y adaptación a los protocolos del software moderno. Es común que surja la resistencia al cambio con argumentos como: "Si hemos funcionado de esta manera hasta ahora, ¿por qué cambiar?". Sin embargo, esta mentalidad puede ser una barrera para el progreso y la mejora continua.

Es innegable que los seres humanos somos criaturas de hábitos, y los cambios, aunque sean positivos, pueden resultar estresantes e incómodos. No obstante, en el contexto empresarial, es fundamental superar esta resistencia y buscar soluciones que agilicen el trabajo y mejoren los resultados.

Un software moderno para la gestión veterinaria debe ofrecer un protocolo de trabajo claro y fácil de seguir. Debe automatizar tareas tediosas para ahorrar tiempo y procesar los datos ingresados de manera inteligente. De esta manera, se pueden generar informes precisos que brinden una visión panorámica de la estructura y desempeño del negocio.

En conclusión, es hora de dejar atrás la concepción obsoleta del software veterinario que solo actúa como un simple contenedor de datos. La modernización de estos sistemas nos permitirá optimizar la gestión, minimizar errores y potenciar la eficiencia en la clínica veterinaria. Abrazar el cambio y adaptarse a las nuevas tecnologías es el camino hacia una práctica más exitosa y profesional.